sábado, 18 de octubre de 2008

"Nunca he creído en Dios. Al menos en vuestro Dios, el que contempla el tablero y mueve las piezas a su antojo, sin dejar de mirar de vez en cuando el rostro de su adversario con la sonrisa de quien ya conoce el resultado. Considero que debe haber algo espantosamente defectuoso en un Creador que insiste en someter a prueba a sus criaturas hasta la destrucción, en proporcionar un mundo bien aprovisionado de placeres para anunciar que todo placer es pecado, en crear una humanidad imperfecta para esperar que aspiremos a la perfección. Al menos el demonio juega limpio. Sabemos cuál es su posición. Pero incluso él, el señor del engaño, trabaja en secreto para el Todopoderoso. De tal amo tal criado."






La abadía de los acróbatas, de Joanne Harris

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Existencialismo puro y duro, una obra maestra de la señora Harrys

Anónimo dijo...

Que es estes bien.
(me olvidé de ponerlo en la otra entrada ;)